jueves, 6 de febrero de 2014

Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

Tres millones de niñas sufren la Ablación/Mutilación Genital Femenina (A/MGF) cada año: 6000 niñas cada día. Es una práctica tradicional de la que se cree que potencia la belleza, el honor, las posibilidades de matrimonio, el estatus social y la castidad de una chica. Sin embargo, causa grandes dolores y puede llevar a hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad e incluso la muerte. Debido a la naturaleza privada del problema, es imposible estimar el número total de muertes debidas a esta práctica.

Es lo que nos recuerda UNICEF en este día 6 de febrero, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.
La mutilación genital femenina (MGF) es la ablación o eliminación parcial o total del aparato externo genital por razones culturales, religiosas o no terapéuticas de otro tipo.
Esta práctica se da mayoritariamente en la zona centro-africana pero ocurre también en varios países de Europa, Asia e incluso América.

La MGF se realiza sobre todo en niñas adolescentes de 4 a 14 años de edad por diferentes razones: 

- psicosexual: para disminuir el deseo sexual en la mujer, mantener la castidad y la virginidad antes del matrimonio y la fidelidad durante el matrimonio, y aumentar el placer sexual del hombre
- sociológica: como forma de identificación con la herencia cultural, la iniciación de las niñas a la edad adulta, la integración social y la preservación de la cohesión social;
- higiénica y estética: en algunas sociedades, se considera que los genitales externos de la mujer son poco limpios y antiestéticos, y por tanto se eliminan para promover la higiene y proporcionar un atractivo estético
- religiosa: la mutilación/excisión genital femenina se práctica en varias comunidades bajo la creencia equivocada de que lo exigen ciertas religiones;
- de otro tipo: para mejorar la fecundidad y promover la supervivencia infantil.

La mutilación es llevada a cabo por practicantes o curanderas locales que heredan tradicionalmente esta capacidad y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios. Estas mujeres disfrutan de una situación especial en la sociedad tradicional y reciben un pago por sus servicios.

Existen varios tipos de ablación:
 
- Amputación del prepucio del clítoris (circuncisión), pudiendo extirparse en parte o en su totalidad el clítoris
- Escisión o mutilación total o parcial del prepucio del clítoris y los labios menores, conservando solo los labios mayores.
- La infibulación es la forma más agresiva, y consiste en la extirpación del clítoris y labios mayores y menores. Después del acto, hay un cosido de ambos lados de la vulva hasta que esta queda prácticamente cerrada, dejando únicamente una abertura para la sangre menstrual y la orina.

La embajadora de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) contra la ablación, la ex modelo somalí Waris Dirie, ha conseguido que ésta práctica sea ilegal en algunos países africanos, aunque se siga practicando de hecho. Dirie narra en Flor del desierto, publicado en 1998, la infibulación que sufrió a los 5 años. Esta historia real sería más tarde llevada al cine por Sherry Hormann.

 
La mutilación/excisión genital femenina es una violación fundamental de los derechos de las niñas y es preciso eliminarla. Unicef, en un informe, afirma que esta práctica se puede erradicar en una generación si hay un esfuerzo cultural.

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