Tres millones de niñas sufren la
Ablación/Mutilación Genital Femenina (A/MGF) cada año: 6000 niñas
cada día. Es una práctica tradicional de la que se cree que
potencia la belleza, el honor, las posibilidades de matrimonio, el
estatus social y la castidad de una chica. Sin embargo, causa grandes
dolores y puede llevar a hemorragias prolongadas, infecciones,
infertilidad e incluso la muerte. Debido a la naturaleza privada del
problema, es imposible estimar el número total de muertes debidas a
esta práctica.
Es lo que nos recuerda UNICEF en este día 6 de
febrero, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación
Genital Femenina.
La mutilación genital
femenina (MGF) es la ablación o eliminación parcial o total del
aparato externo genital por razones culturales, religiosas o no
terapéuticas de otro tipo.
Esta práctica se da
mayoritariamente en la zona centro-africana pero ocurre también en
varios países de Europa, Asia e incluso América.
La MGF se realiza sobre
todo en niñas adolescentes de 4 a 14 años de edad por diferentes
razones:
- psicosexual:
para disminuir el deseo sexual en la mujer, mantener la
castidad y la virginidad antes del matrimonio y la fidelidad
durante el matrimonio, y aumentar el placer sexual del hombre
- sociológica:
como forma de identificación con la herencia cultural, la
iniciación de las niñas a la edad adulta, la integración
social y la preservación de la cohesión social;
- higiénica y
estética: en algunas sociedades, se considera que los
genitales externos de la mujer son poco limpios y antiestéticos, y
por tanto se eliminan para promover la higiene y proporcionar un
atractivo estético
- religiosa: la
mutilación/excisión genital femenina se práctica en varias
comunidades bajo la creencia equivocada de que lo exigen
ciertas religiones;
- de otro tipo:
para mejorar la fecundidad y promover la supervivencia
infantil.
La mutilación es llevada a cabo por practicantes o curanderas locales que heredan tradicionalmente esta capacidad y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios. Estas mujeres disfrutan de una situación especial en la sociedad tradicional y reciben un pago por sus servicios.
Existen varios tipos de ablación:
-
Amputación del
prepucio
del clítoris
(circuncisión), pudiendo
extirparse en parte o en su totalidad el clítoris
- Escisión o
mutilación total o parcial del prepucio del clítoris y los labios
menores, conservando solo los labios mayores.
- La
infibulación
es la forma más agresiva, y consiste en la extirpación del clítoris
y labios mayores y menores. Después del acto, hay un cosido de ambos
lados de la vulva hasta
que esta queda prácticamente cerrada, dejando únicamente una
abertura para la sangre menstrual y la orina.
La embajadora de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) contra la ablación, la ex modelo somalí Waris Dirie, ha conseguido que ésta práctica sea ilegal en algunos países africanos, aunque se siga practicando de hecho. Dirie narra en Flor del desierto, publicado en 1998, la infibulación que sufrió a los 5 años. Esta historia real sería más tarde llevada al cine por Sherry Hormann.
La
mutilación/excisión genital femenina es una violación
fundamental de los derechos de las niñas y es preciso
eliminarla. Unicef, en un
informe, afirma que esta práctica se puede erradicar
en una generación si hay un esfuerzo cultural.
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